viernes, 28 de noviembre de 2008

No estoy de Humor, soy Emprendedor

“Los brutos y los temerarios deben ser rápidamente erradicados ya que ponen en peligro a la organización”
Principio anónimo sobre Estrategias de Guerra


Brevemente quisiera expresar algunas reflexiones sobre emprender y emocionarse. Entiendo que me emociono a menudo, pero no que necesite ni dependa de mis emociones para emprender.
A raíz del ciclo económico-financiero diferente que hemos comenzado, he leído últimamente algunas expresiones en el ámbito emprendedor tendientes a ahuyentar el miedo, evitar hacer comentarios “negativos”, no pronunciar la palabra crisis, tratar de mantener el humor alto, la moral alta. Y cuidadito con paralizarnos y menos aún incurrir en cualquier tipo de profecía que tienda a auto cumplirse.
Me permito desafiarNOS a no incurrir en visiones livianas o voluntaristas de lo que es emprender o invertir. Esto es mucho más que emocionarse grata o artificialmente para mantener el humor alto, o para no tener temor o una depresión pasajera.
Bologna! diría un socio americano: un “sausage” que tiene un poquito de cordero, vaca y cerdo entre otras cosas, pero no el 100% de una u otra cosa. Ya en nuestras latitudes solemos calificar expresiones o comentarios de tipo “mortadela”, para metaforizar algo que parece pero no llega a ser. Asimismo, el sándwich de paleta es a veces oportuno, pero ni de lejos se asemeja a un crudo de Jamón Iberico 100% Jabugo Bellota!
Mucho cuidado con lo que parece, pero no lo es, porque parece, pero no perdurara en el tiempo. Esto último es una tautología, pero quiero insistir con el tiempo ya que emprender lejos de ser un evento de temporada es un estilo de vida.
Es cierto que no podemos hacer ni emprender nada si estamos paralizados, pero el problema no está en tener sensaciones o emociones negativas, sino en no superarlas. El carácter emprendedor tiene que ver con eso, con superar, con resolver.
Días pasados leía un libro de estrategia de guerra en el cual alguien comparaba a los temerarios con los brutos e inútiles, instando a erradicar a ambos de cualquier tipo de organización.
Temerario para la Real Academia Española, es quien a) es excesivamente imprudente arrostrando peligros; b) quien dice, hace o piensa sin fundamento, razón o motivo.
Siguiendo esta argumentación, el temerario, como el que no sabe, representa un grave problema para una organización, porque no mide ningún tipo de consecuencias, ni tampoco registra.
Distinto es el valiente, quien hace, quien emprende, quien resuelve. Este es uno que toma decisiones, a pesar de tener miedo.
Podemos tener desafíos, estar amenazados y hasta tener temor por momentos, y eso no está mal, y no debemos sentirnos mal por tener estas emociones.
La diferencia está en seguir para adelante, a pesar del diagnóstico, ajustando, resolviendo y buscando opciones a pesar de estas cuestiones que siempre nos llegarán.
Otros estimulan el humor alto, o de tipo permanente, lo cual es bueno, pero tampoco suficiente para sostenernos en el tiempo.
Humor para la Real Academia Española es en este sentido: tener buena disposición para hacer algo ¡Que Humor Tiene!. Estar de buen humor seria tener una propensión mas o menos duradera a mostrarse alegre y complaciente. Estar de mal humor seria tener una actitud o disposición negativa o irritada.
Entiendo que emprender es actuar conforme a un carácter, a una decisión a pesar de todas estas cosas. Actúo cuando el mercado es “Go-Go”, así como también cuando el mercado es de tipo “Wait & See”, claro, reconociendo las diferencias en un caso y en el otro.
Sin embargo, no me afecta el entorno ni mis propias emociones, ya que poseo una convicción interna que me lleva a concretar la visión más allá de mis emociones.
La idea es reconocer que el componente emocional está presente, pero no es suficiente paraa evitar que una idea prospere como tampoco para darle sustentabilidad.
Aguardo vuestras reflexiones, mientras tanto, hasta la próxima.
Alex

2 comentarios:

Pablo Golan dijo...

Gracias Alex, va una reflexión que tiene que ver con el humor

Te sumo un principio que me ayudó muchísimo a enfrentar momentos difíciles.

Se trata de tomarse las cosas con humor. No se trata de una actitud de humor permanente en todas las circunstancias, sino que en determinados momentos de presión nos permita reconocer los errores cometidos de una manera mas simple.

En muchas oportunidades vivimos situaciones que parecen que nos superan, por supuesto aquellas que son exógenas producen en nosotros aun mayor incertidumbre, pero es justamente en ese momento que debemos dar lugar a lo que hemos aprendido, a las convicciones.

El humor es una vía de escape maravillosa, cuando la presión es fuerte y vemos que hay situaciones que nos desaniman, allí podemos reírnos de la situación y de nuestras reacciones erróneas, tomar distancia, y revisar en nuestro deposito interno las alegrías y victorias pasadas.

Decirnos a nosotros mismos que lo que estamos viviendo también podemos superarlo, que no es para siempre y que debemos buscar alternativas.

Allí, es cuando debemos recordarnos que no somos perfectos, que nos equivocamos, y que podemos solucionar las inconvenientes.

Si, podemos reírnos de nosotros mismos, tomando nuestros desaciertos con humor, esto hace que nos relajemos y que se libere la presión, es como abrir una válvula que libera la presión de nuestra alma.

Claro que no sirve salirnos de la realidad, sino justamente todo lo contrario, ser realistas, esto es saber que nuestros errores y las presiones nos hacen mas fuertes y nos preparan para las próximas, claro que siempre son mas difíciles y complicadas... No es mejor tomarlo con humor.?

Abrazo.

Pablo Golan

Alejandro (Alex) Contreras dijo...

Pablo, muchas gracias por el comentario. Comparto que el humor como el resto de las emociones constituyen un "plus" interesante. Alex.