sábado, 22 de octubre de 2011

Certified B- Corps, un buen comienzo



En el año 2006, en evento  sobre Transformación, al que asistían ONG con presencia global, escuche a la Primera Dama de Uganda, describir algunas de las situaciones que se viven en África.
Así comentó como, y en relación con la ayuda humanitaria (en todo nivel) se crea una cultura de clientelismo. Con lágrimas en los ojos, pidió NO más vuelos humanitarios, sino NEGOCIOS.
Narró, como los habitantes de países como Uganda, descriptos por la ciencia política como “estados fallidos” o en camino de serlo ya que sus gobiernos no pueden ejercer la soberanía sobre temas esenciales,  tienen una práctica de mirar al cielo, no como buscando lo inconmensurable, eterno y/o superior, sino buscando a los aviones de Naciones Unidas que son los que arrojan desde el aire, sin siguiera aterrizar, las bolsas de comida. Esto, lejos de desarrollar cualquier capacidad humana o sistémica crea más dependencia.
En diversos foros y organizaciones internacionales en los que participo sobre transformación y ayuda humanitaria se ha venido discutiendo, sobre estos condicionamientos, así como también sobre el rol social del empresariado y como la SUSTENTABILIDAD que aportan los proyectos de tipo for proffit  pueden aportar herramientas mejores a los deseos transformadores o filantrópicos. 
Venture Philantropy, o Business as a Mission son algunas de las distintas calificaciones que deseos y visiones de ayuda solidaria han tomado forma en los últimos tiempos. Lo mejor de la solidaridad ha intentado tomar la disciplina, rigor y hasta búsqueda de profitabilidad de los negocios como una forma de otorgar, no solo sustentabilidad a la ayuda, sino también sentido de vida a quien es ayudado.
Dice el proverbio:   “If you give a man a fish, you feed him for a day. If you teach a man to fish, you feed him for a life time. If you show a man how to own the fish pond, the fish processing plant, and the businesses that sell fishing poles and boats, you show a man how to control his destiny.”
Sobre esto, en esta instancia quiero aplaudir la creación de un nuevo tipo de empresa en los Estados Unidos, las denominadas “B-Corps” o Corporaciones de Tipo “B”. Por intermedio de estas se intenta un tránsito inverso de lo que he venido explicando, es decir desde los negocios hacia la búsqueda de sentido a los mismos.
Una Corporación de tipo “B”, es una nueva clase de corporación creada de manera reciente en  varios estados de los Estados Unidos, y que tiene como objetivo que la corporación genere beneficios para la sociedad así como para los accionistas.
Anticipo lo que estás pensando, ese debería ser –probablemente- el rol nato de todos los organismos que interactúan en el sistema. Sin embargo en este caso el legislador ha pensado en tipos específicos, que en sus regulaciones, vía incentivos, provean regulaciones y controles posteriores para que aquellos fines ocurran.
Con algunas diferencias entre los estados, estas B-Corps deben tener:
1.       Tener un Propósito:  El crear un beneficio público en general, ejemplo aportar x% de sus ganancias a obras de caridad, y/o proyectos comunitarios
2.       Tener Responsabilidades: Autoridades deberán tomar en cuenta para las decisiones las opiniones de los accionistas, y empleados, proveedores, clientes, comunidad, medio ambiente. A todos estos las diferentes leyes llaman “interesados”
3.       Ser Transparentes: Debe publicar un reporte anual, auditado por terceros en donde surjan los beneficios a la comunidad. Ese informe debe ser entregado a los accionistas y también publicado en un sitio público web (quitando los datos sensibles, claro)
El primer estado en sancionar a este tipo de empresa fue Maryland, en Abril de 2010, Vermont la siguió en Mayo y recientemente fue sancionada la ley en Hawái, también en New Jersey y hace unas semanas en California. Hay unos siete estados esperando que sea aprobada la ley en 2011. Posiblemente esto se esparza rápidamente ya que están siendo estos vehículos, además, marketineados como vehículos para combatir la rescisión, y cuidar al planeta.
Los legisladores estadounidenses han visto que tanto gobiernos como organizaciones sin fines de lucro son insuficientes para resolver los problemas del entramado complejo que el hoy presenta.
La visión es ambiciosa: crear un nuevo sector en la economía, el cual use el poder de los negocios para resolver problemas sociales y medio ambientales. Para ello, se ha pensado en estas Corporaciones tipo B, vehículos a los cuales se les exigirá con rigor que cumplan con estándares independientes de performance social y medio ambiental, accountability  y transparencia.
Parece ser  una buena iniciativa, esperemos que de frutos.

martes, 4 de octubre de 2011

Cuál es la diferencia entre las Ideas de un emprendedor y las de un niño de 10 años.



Luego de un período de ausencia por estas pistas retomo con algunas reflexiones sobre la relevancia de la idea, que como suelo indicar a veces se transforma en el “encantamiento de la idea” en algunas personas que desean emprender. 
En los últimos meses he tenido muchas charlas con emprendedores, quienes en algunos casos, no pueden salir del círculo (vicioso) del mundo abstracto de los pensamientos. Temores, inseguridades y la cuasi cien por ciento falsa creencia que el activo más grande que poseerá su próximo emprendimiento es la idea.
En una de mis últimas reuniones, y luego de escuchar estas inquietudes, le manifesté a una emprendedora: hasta ahí, no hay ninguna diferencia entre una idea que puede ser desarrollada por ti, que la que puede sostener algunos de mis hijos. En realidad la idea, como he dicho varias veces, también se escribe “ejecución”. 
Es en la implementación donde se protege (si, escucharon bien, aunque mi firma tiene un departamento de IP importante), donde se desarrolla, y donde triunfa. Posiblemente en otras oportunidades escriba unas líneas sobre cómo creo que se protege una idea no con el ocultamiento, sino con el caminar dos pasos delante de lo que ya conté a los demás.
Luego de confrontar a esta emprendedora con la anécdota de mis hijos, un punch movilizador buscado, me quedé pensando en las diferencias. Aquí va un ensayo.
  •   Un niño cree que la idea es un todo. Un emprendedor sabe que es solo una parte minúscula de un proyecto y solo el inicio de una empresa (acción, plan, equipos, carisma, digerir fracasos, etc, etc, etc)
  •   Un niño no conecta la idea con los medios, tiempo y espacio que tomará realizarla. Ej, quiero ser corredor de Formula 1 (como si la idea tuviera vida propia). Un emprendedor sabe que la idea es un proceso y que para que se materialice debe ejecutarla, ser capaz de liderarla y liderar gente, saber esperar, saber fracasar, saber agotar todos los demás recursos materiales e inmateriales para sostenerla (bootstrapping); tener la intención y decisión de arriesgar todo para que vea la luz. (entre otras).
  •  Un niño –salvo FFF (Friends,Family y Fools) no se anima a compartir su idea, tiene tapujos y vergüenza de compartir sus grandilocuentes sueños con desconocidos. Un emprendedor sabe que para salir con éxito del mundo FFF, necesita correr el riesgo de compartir la idea con otros. Aunque esté enamorado de ella como la niña de sus ojos, sabe que tiene un peso relativo y que –es más- es en la fricción con otros donde la idea encuentra un terreno propicio para perfeccionarse.
  • Un niño simplemente cuenta la idea. Allí termina su obra. Un emprendedor sabe que con contarla no será suficiente y deberá mostrar acción para generar credibilidad en otros.
  • Un niño cree que la idea es algo simple, se le ocurren a montones. (quien no tiene niños que traen ideas cada 15 minutos?). Un emprendedor sabe que la idea es algo complejo que necesariamente está asociado al desarrollo de las capacidades técnicas y humanas para ejecutarla.
  • Un niño cree que la idea es inmutable. Puede tener otra, pero es raro que cambie. Una sustituye a otra. Luego querrá ser Bombero, en vez de piloto de Fórmula 1. La sencillez  irresponsable de la formulación, no admite –ni necesita- modificación alguna. El emprendedor conoce que en el desarrollo de la idea abunda la complejidad, y no por ello le escapa. Sabe además que el camino de emprenderla lo puede llevar a sitios desconocidos e impensados en origen. No tiene temor por ello. (cuantos proyectos comenzaron en mente, queriendo ser algo totalmente distinto que lo que terminaron?).
  • Un niño cree que solo hay felicidad en la proyección de una idea. Un emprendedor se prepara para un camino lleno de tensiones, saltos, altibajos y fracasos para los cuales se entrena a aprender y sobreponerse.
  •  Un niño cree que una idea comienza y termina en la formulación. Un emprendedor sabe que la idea empieza en el enunciado pero que la letra chica incluirá demostraciones, fundamentaciones y actuaciones de diverso tipo.
  •  Un niño, no acepta un no. Un emprendedor sabe que debe aprender de los No´s, y que las frustraciones son una fuente inagotable de experiencia y muchas veces adoquinarán su paso (claro, no siempre la misma piedra).

Espero los ayude a reflexionar, hasta la próxima.

Alex


Animación: WardJenkins