lunes, 15 de diciembre de 2008

Asimetría en la información entre emprendedores e inversores

Hace días leí en el blog de “Em-Tec” un post instando a las incubadoras e inversores a ponerse los pantalones largos y transformarse en una verdadera herramienta de apoyo a la creación de empresas.
El artículo reclama a mi entender, un mayor compromiso a los inversores para con los emprendedores, una actitud mas activa y en suma priorizarlos a ellos por sobre los proyectos. Relata como los emprendedores suelen acudir en búsqueda de financiamiento, mercado o espacio físico y pocas veces solicitan asesoramiento o asistencia técnica. Asimismo cómo muchas de las veces se obtiene un experto que le da cátedra de negocios y no un aliado, y concluye que el rol de profesor suele ser más cómodo que el de facilitador.
Entiendo que una vez que el proyecto, el emprendimiento incubado o la empresa en la cual el inversor apuesta se transforma en un proyecto conjunto –ahora de ambos-, el flujo de información entre emprendedor e inversor y los procedimientos para la toma de decisiones colectivas se tornan cruciales para el éxito de aquellos.
Estimo que es muy útil esta discusión sobre los comportamientos de ambas partes y sobre el flujo de información entre ambos grupos en relación al proyecto ya que el “outcome” del mismo estará condicionado por aquellos. Con independencia de la creatividad e innovación de la idea o proyecto, su ejecución dependerá en gran medida de cómo fluya la información, como esta se transforma en conocimiento aplicado, y cómo en definitiva esta contribuya a fortalecer el vínculo entre las partes.
Mayor aún, la eficiencia de la puesta en escena de estos mecanismos debiera ser uno de los criterios de selección de proyectos para evitar asignar recursos a proyectos indeseables. (Desde la óptica del inversor).
"La información es un flujo de mensajes, mientras que el conocimiento se crea precisamente mediante este flujo de información, anclado a las convicciones y el compromiso del sujeto. La información proporciona un nuevo punto de vista para interpretar acontecimientos u objetos, por tanto, la información es un medio o un material necesario para obtener y construir el conocimiento. La información influye en el conocimiento, añadiéndole algo o reestructurándolo" (NONAKA, I. y BYOSIERE, P. 2000).
Como se puede apreciar hay niveles de interacción: desde los mensajes a un flujo (información), luego al conocimiento y luego a la transformación, ejecución o reestructuración.
Para el éxito del proyecto, entonces será necesario encontrar un balance entre las partes que genere compromiso para apuntar al conocimiento y que mas tarde produzca los resultados esperados.
Es natural que haya asimetría entre la información que manejan las partes; el inversor o incubadora detenta recursos de todo tipo que el emprendedor carece: desde los financieros que él sabe que necesita, hasta otros que posiblemente no estime tan valorables como el dinero, pero que le serán de igual utilidad: como el conocimiento sobre negocios, estrategias, mercado, relaciones y el “oficio” entre otros, que le sería muy bueno identificar como relevantes y que están a su disposición. Pero el emprendedor también posee un conocimiento específico que el inversor valora y reconoce, pero además posee otros intangibles tan o mas valorables para el proyecto y que habitan en su carácter y personalidad que seria muy bueno que sean percibidos como valiosos para el proyecto, ya que serán cruciales para el éxito de la aventura. Es en el diálogo sincero donde todos estos “assets” verán la luz.
Peor aún, desde el punto de vista relacional el retaceo de información entre las partes ocasiona en esta ecuación emprendedor-inversor un supuesto de “riesgo moral” asociado al dilema del principal-agente, ya que si en determinados aspectos el agente (emprendedor) tiene información que el principal (inversor) desconoce, el monitoreo de la inversión y del destinatario de la misma será imperfecto. Incluso, el agente puede estar incentivado a que esto ocurra (imperfección) si es que sus intereses no están alineados con los del principal.
Como se puede apreciar el nivel de compromiso entre emprendedor e inversor debe ser total, y si bien un balance entre la circulación de información entre las ambos puede ser un tema complejo y desafiante, el flujo de la misma, así como también la generación de conocimiento mutuo debería ser una práctica por demás saludable para el proyecto.
Por último, este flujo constante tiene un efecto adyacente cual es la generación de otro intangible vital: la confianza. Este elemento que es un lubricante excepcional en las relaciones y un reaseguro para el éxito de la aventura negocial debe necesariamente ser construido a diario por estos actores.
Hasta la próxima
Alex

jueves, 4 de diciembre de 2008

Motivar e Impartir, más allá del Hop-Hop-Mboheio!

Días pasados leí en el blog de Sergio Postigo una historia muy motivadora llamada “Quien dobló hoy tu paracaídas”, en la que se cuenta la historia de alguien que fue salvado por la colaboración silenciosa de otro que dobló su paracaídas. De paso, les recomiendo su lectura, está en el blog “Virus Emprendedor”.

La historia termina con una reflexión y también con una pregunta/desafío.

El pensamiento indica que “todos tenemos a alguien cuyo trabajo es importante para que nosotros podamos salir adelante. Uno necesita muchos paracaídas en el día: uno físico, uno emocional, uno mental y hasta uno espiritual”.

La pregunta-desafío: “Hoy, esta semana, este año, cada día, trata de darte cuenta quién dobla tu paracaídas, y agradécelo”.

Aunque el “thesaurus” del post posiblemente sería: Logro-Equipo-Reconocimiento-Gratitud-Dar, inspirado por uno de los comentarios hacia el post, que agradecía la historia motivadora, relacioné este concepto con la actitud de quien doblaba el paracaídas, e intento hacer algunos dibujos sobre: Motivación e Impartición.

Se que ambos temas son enormes y exceden ampliamente mis incumbencias y experiencias pero simplemente quiero contrastar una práctica y confrontarlos entre ellos.

Todos sabemos que la motivación es importante porque es la sal de lo que hacemos, el combustible de nuestras acciones. Para quienes tenemos equipos, y personas a nuestro cargo, así como también socios, directores, inversores, y superiores a quien reportar sabemos que el pasar esa sal a otros es también vital.

Sin embargo hay mucho de pensamiento positivo dando vueltas. Recuerdo haber asistido en USA a mucho seminario y capacitación donde los conceptos comenzaban con una arenga generalizada, pónganse de pie, estírese, salude a quien esta a su lado, abráselo, béselo, salte, grite, diga soy ganador 1.000 veces, etc.

Esto nos puede alegrar, distender y divertir por un momento, pero no subsiste en el tiempo. Es como en nuestra casa, por más que le hagamos escribir a nuestros hijos en el pizarrón no debo mentir, no debo mentir; si cuando llega la llamada de teléfono y ellos atienden y alguien pregunta por nosotros le decimos: “decile que no estoy”; como diría un júnior: “estamos en el horno”.

La voluntad de trabajar o de crear depende de múltiples móviles que nos impulsan en esa dirección. Nuestro accionar y el de nuestros liderados es el resultado de la síntesis de un cúmulo de variables endógenas y exógenas que lo originan.

Desde lo interno, podemos tener motivaciones por objetivos, logros, competencia, afiliación o familiaridad, principios de todo tipo, espiritualidad, autorrealización y poder entre otros. Desde lo externo, hay también impulsos que nos conducen o no en determinadas direcciones, y allí están desde nuestras esposas o esposos, nuestros inversores, nuestros socios, nuestros jefes, y hasta nuestro coach personal.

Estos conceptos son de doble vía, porque también remiten a nuestro accionar hacia otros a quienes podemos edificar o no en este sentido.

Muchas veces la función del líder, sea emprendedor o inversor que maneja equipos es identificar el tipo de motivación y hacer que la misma no sólo se mantenga activa y vivaz sino que crezca y se proyecte hacia el crecimiento de la organización. Esto implica compromiso y una tarea de conocimiento responsable hacia nuestros dirigidos, caso contrario lo nuestro será una arenga de tipo Hop-Hop.

A veces esta motivación no es desinteresada ya que persigue objetivos puntuales, sea para el originador o para la organización, pero si es sana estimo también afectará positivamente al destinatario.

Sin embargo, y habiendo acordado que motivar implica un camino mas comprometido que escuchar “Reggaeton” y tomar cervezas con el otro, a quien se pretende motivar, creo que hay otro nivel diferente, que es el de la Impartición.

En este nivel, ya no trato de disponer el ánimo del otro de un determinado modo, sino que simplemente tengo una práctica en compartir cosas para su edificación personal, lo cual excede el ámbito funcional para el cual fue contratado.

Sin embargo, como primero el recurso humano “es”, para luego “hacer” esto tendrá gratas consecuencias sobre su desempeño.

Según la RAE, impartir es: repartir, comunicar, dar. Esto nos desafía aún mas, ya que no sólo debo conocer las motivaciones de cada recurso humano de nuestra organización, sino además su persona para poder en determinados momentos hacer un depósito en ella.

Esta, muchas veces es una tarea lenta, minuciosa, a largo plazo y sin el exhibicionismo de la motivación, pero en un determinado momento de la vida de la empresa o del proyecto, cuando ese recurso humano deba tomar una decisión crítica para su vida y que repercuta en la organización, esa semilla va actuar como este paracaídas que fue diseñado para situaciones extremas.

Hasta la próxima.

Alex