jueves, 24 de febrero de 2011

El fracaso como algo positivo


Leyendo un artículo sobre los 5 errores más comunes que cometen los startups veo que rankeado # 1 se encuentra el tratar de evitar los errores.

El artículo de Business News Daily referido reproduce partes del libro “How They Did It: Billion Dollar Insights from the Heart of America” (RedFlash Press, November 2010), escrito por el entrepreneur Robert Jordan.

Según este autor, lejos de verse a los errores como un problema debería considerárselos como acontecimientos que permiten algunas veces que el éxito se produzca. Concluye el artículo citando casos de Planes B que terminaron en éxito en función de Planes A que fracasaron en primer lugar.

Según la Real Academia Española, fracaso es el malogro, o resultado adverso de una empresa o negocio. Quienes acompañamos a emprendedores en su jornada hacia el cumplimiento de sus deseos sabemos que la frustración es un casillero que sale sorteado muy a menudo.

El día malo indefectiblemente llega. Sin embargo lo importante, lejos de concentrar fuerzas en el ejercicio inútil de tratar de inhibir hipotéticos resultados adversos, es tratar de extraer las enseñanzas positivas que aquellos pueden añadir. Claro está, además de procurar no tropezar dos veces con la misma piedra.

Sé que esta temática no integra el Top 10 en las preferencias de emprendedores e inversores, quienes por lo general, a manera de reflejo, ocuparán su mente en el próximo desafío. Sin embargo reflexionar sobre la ausencia de negatividad total en el error puede ser de utilidad y aliento para muchos, sobre todos los que están iniciando su carrera.

Considero que además de constituir el error una oportunidad para explorar vías alternativas y no pensadas al inicio (Planes B, C, D, etc.), es portador de nuevas experiencias y sensaciones, las que atesoradas constituirán un gran valor para el capital del emprendedor o inversor.

Los fracasos son pruebas en el sentido que testean las intenciones, la visión y la stamina de la persona en cuanto a la obtención de su meta. En este sentido, paradójicamente si bien provoca una demora en el deseo propuesto, también lo fortalece.

La paciencia en primer lugar es definida como la capacidad de padecer o soportar algo sin alterarse pero también contiene la facultad para saber esperar cuando algo se desea mucho.

El proverbio indica que la prueba produce paciencia, y que con paciencia y fe se obtienen las promesas.

Mirar al fracaso como algo 100% positivo es difícil, máxime en el mundo del microblogging y de las satisfacciones altamente emocionales e inmediatas en que vivimos. Sin embargo, el desarrollo de la paciencia y del carácter siempre pagan.

Para terminar, sepamos que aunque tratemos de diseñar un plan para los negocios con contingencia cero, el cisne negro siempre puede aparecer. Y ante ello, tratemos que el día malo no nos sorprenda sin estar preparados, no solo para la lluvia, sino también para pacientemente soportar la prueba y poder así extraer algo positivo de todo el combo.


Foto: renjith krishnan